Una formulación increíble que proporciona resultados increíbles: esta crema contiene nada más y nada menos que un 92% de extractos de mucina de caracol filtrada, posiblemente el ingrediente más regenerante de la naturaleza. La mucina, que se extrae de la baba del caracol, también es antiinflamatoria y equilibrante, por lo que funciona fenomenal para tratar pieles problemáticas con marcas y cicatrices. Esta maravillosa crema logra difuminarlas a la vez que regula la producción excesiva de sebo e hidrata hasta las pieles más deshidratadas. Sus extractos de aceite de árbol de té ayudan a refinar el tamao de los poros dilatados, muy comunes en pieles propensas a presentar cicatrices de granitos también, y contiene un ingrediente clave en el cuidado antiedad: el beta-glucano. Este polisacárido, una fibra que se encuentra, por ejemplo, en la avena, activa los fibroblastos, las células que se encargan de la producción de colágeno de nuestra piel, que de esta manera la reafirman y tersan. Es apta para todo tipo de pieles, incluso las sensibles, ya que sus extractos de flores se encargan de aliviar las irritaciones y de mantener la piel hidratada durante todo el día, y es la compaera ideal del sérum de la misma gama.